El nuevo género literario de Ficción Coyuntural se refiere a historias de ficción basadas en las más recientes coyunturas.

Como referencia está la novela histórica, que recrea “épocas pasadas, con personajes reales o ficticios” (según la RAE). Pues la Ficción Coyuntural recrea la época actual y reescribe a sus vigentes protagonistas. Para ello se vale de situaciones imaginadas, diálogos inventados y personajes que no existen.

Al estar inspirada en hechos recientes, la Ficción Coyuntural depende del desarrollo de acontecimientos para avanzar en su trama. Así, la ficción se alimenta de noticias, publicaciones en redes sociales y, en general, de información disponible en internet.

Logo en blanco negro de La Mánager FC- Nuevo género literario de Ficción CoyunturalLa MánagerFC es pionera de este concepto, y solo tiene como precedente un proyecto piloto llamado La Candidata Presidencial, del mismo autor, publicado en internet de manera anónima entre los años 2013 y 2014, en Colombia, durante la campaña presidencial de entonces.

Por su naturaleza, la novela de Ficción Coyuntural está en permanente construcción (no se trata de un libro terminado). Además, su formato de publicación es el de novela por entregas; es decir, que publica capítulos de manera periódica.

Este formato también es conocido hoy en día como blog-novela, aunque tiene origen en los folletines que se publicaron hace casi 200 años en europa, cuando se “incluyeron pequeños capítulos de novelas en la franja baja de los periódicos o como pequeños cuadernillos o folletos (de ahí el nombre folletín) que se sucedían cada día y cuya acción termina en suspense para suscitar la curiosidad del lector”.

Otros casos de novelas por entregas

Charles Dickens publicó Oliver Twist a través de 26 entregas mensuales en la revista inglesa Bentley’s Miscellany. La historia original de Los Tres Mosqueteros, de Alejandro Dumas, fue contada en el periódico francés Le Siècle. Lo propio hizo Gustave Flaubert con Madame Bovary en la Revue de Paris. El mundo supo de Pinocho por las publicaciones semanales de Carlo Collodi en Il Giornale dei Bambini. Un poco más lejos, en Asia, la revista literaria El mensajero ruso permitió contar en 12 entregas Crimen y Castigo, la obra de Fiódor Dostoievski; la misma publicación imprimió en sus páginas las primeras partes de Ana Karenina, de León Tolstói.