Capítulo 7:
Lucho ‘se viste’ de blanco

Las Rozas, miércoles 15 de agosto

Luis Enrique regresó a la habitación que adecuaron para que viera la Supercopa de Europa. Llevaba un par de días hospedándose allí, en el hotel de la Selección Española, junto a Robert, su segundo entrenador, y Rafel, el preparador físico.

—Mirad —dijo Luis Enrique entregando botellas y paquetes que llevaba en una bolsa—. Os he traído agüita y fruta deshidratada, para que después no digáis que no os mimo.

Sus ayudantes observaron con decepción el “regalo” y se cruzaron miradas cómplices.

—No jodas, Lucho —se quejó Robert—. Está bien que tú cenes como un pájaro todo el tiempo, pero al menos yo no tengo planeada ninguna maratón.

—Te dije que trajéramos algo —le recordó Rafel al segundo entrenador—, porque con él nos íbamos a morir de hambre.

—Pero si me conocéis —se defendió Luis Enrique—. Estos son los “postres” que yo disfruto.

 

IMPORTANTE: para continuar la lectura, haga clic en los intertítulos negros ↓

 

“Como hacíamos en el Barça”

(Lectura estimada: 1 min 57 s)

El partido de Supercopa empezó. El seleccionador español, aunque ya estaba listo para hacerles “casting” a los jugadores del Madrid y del Atlético, se inquietó al ver que sus compañeros no tenían intención de tomar agua ni de comer fruta deshidratada.

—¡Pero qué cara tenéis, gilipollas…! —dijo Luis Enrique, y acto seguido se levantó para buscar el teléfono, en un lugar de la habitación donde perdía contacto visual con el televisor—. Qué cara tenéis para decirme que os pongo a pasar hambre, cuando estáis trabajando conmigo en la Selección Española… A ver —añadió mientras llamaba a la recepción —, queréis una cerveza… jamoncito…

—¡Uh, qué golazo! —gritó Robert.

—¡La que ha clavado! —agregó Rafel.

Luis Enrique colgó y volvió en tres zancadas.

—No me jodas… No me jodas —refunfuñó el seleccionador—. Los he invitado a que veamos el partido, y me pierdo un gol por buscarles comida. ¡Que les den por saco! —dijo manoteando y recuperando su asiento—. El que tenga hambre, que vaya y llame. Vosotros también os hospedáis aquí. Joder…

Luis Enrique observó con extrema atención la repetición.

—¡Madre mía! —celebró, dejando a un lado el efímero enfado—. Qué gol les ha metido… ¿Pero en qué minuto ha sido esto?

—En el minuto uno —respondió Robert.

—Madre mía —repitió sonriente Luis Enrique—. Mirad cómo Costa le gana el balón a Ramos, y luego le gana la espalda a Varane… A dos campeones del mundo, ¿eh? ¡Buf! Y por encima de la cabeza de Keylor… Escucha: ese balón solo cabía por ahí. —Y repitió—: Solo cabía por ahí. Qué animal es este tío… ¿Estamos grabando, verdad?

—Sí —respondió Robert—, en la sala de análisis están haciendo la grabación.

—Que sea como hacíamos en el Barça, ¿eh? —indicó Luis Enrique, numerando con los dedos de la mano izquierda—: cortes de jugadas ofensivas, defensivas, fases varias del juego… Bueno, qué te voy a decir yo a estas alturas… En teoría, eso le toca a Jesús. ¿Por qué no ha venido? No me digáis que está de carnaval en Cadiz, porque no es época, ¿eh? Cuidado.

Todos sonrieron.

—Qué va —respondió Rafel—. Está con la familia. Sabiendo el trabajito que viene por delante… quiere aprovechar para estar con ellos. Por esta vez, yo lo cubro haciendo los cortes de las imágenes que necesitemos.

El poder de un seleccionador

(Lectura estimada: 2 min 47 s)

—Bueno, pues que Jesús tome aire, porque es cierto que vamos a currar al cien por cien… ¡Hostia! —recordó algo Luis Enrique, mientras veía la pantalla—, que a estas alturas no sé cuáles son los españoles titulares. Eso me pasa por estar pensando en traerles merienda…

—Ya va, ya va… —respondió Rafel, mirando unos apuntes. A él le correspondía analizar al Atlético—. Son cinco del “Aleti”: Koke, Saúl, Costa, Rodri y Juanfran.

Luis Enrique abrió los ojos y se acarició la barba.

—Ojito —señaló poniendo en alto el índice derecho—: la mitad del equipo inicial del Atlético es de españoles, y ya le van ganando al Madrid. No es cualquier cosa.

—En la banca solo queda Vitolo —complementó Rafel.

—Del Madrid, cuatro titulares —intervino Robert—: Asensio, Ramos, Carvajal e Isco. El resto está en la banca: Nacho, Lucas, Llorente, Mayoral y Ceballos.

El seleccionador asturiano dibujó su sonrisa irónica y advirtió:.

—Luego habrá quien proteste si no hay mayoría del Madrid en la Selección, pero a Lopetegui nadie le va a reclamar que juegue con solo cuatro españoles. O sea, van a decir: “Ahí ha quedado retratado Luis Enrique. Se ha dejado ver los colores. Solo ha llevado a cuatro del Madrid a la Selección”.

—Y eso que dejaron en la banca a Modric para hacerle un hueco a un español —informó Robert.

—¿Modric está en la banca? —preguntó incrédulo el “míster”—. ¿Pero tiene algo o qué?

—No que nosotros sepamos. La verdad es que ha sido una sorpresa.

—No me jodas —reaccionó Luis Enrique, repitiendo la ironía en su sonrisa—. ¿No se supone que Modric fue el balón de oro del Mundial? ¿Y quién está jugando por él?

—Si Asensio está jugando por banda… —contestó el segundo entrenador—, diría que a Modric lo está remplazando Isco. En un minuto sabremos mejor.

—¿Isco por Modric? —reparó Luis Enrique con picardía. Luego levantó de nuevo su índice derecho—. Un malpensado también diría que Julen mete españoles a la fuerza para demostrar que él podía ganar el Mundial con esos mismos. No descarten que luego se cargue a Marcelo o a Varane para meter a Nacho.

El seleccionador español empezó a disfrutar el partido, casi cada jugada, con gustosa malicia. En el fondo le divertía saber que en sus manos estaba la trascendental decisión de elegir, o no, a aquellos futbolistas.

Alguna vez había dicho en privado que un seleccionador nacional tenía un poder envidiable (un poder que no tenía el entrenador de un club): el poder de prescindir de cualquier jugador sin necesidad de mover un solo dedo; bastaba una omisión: no incluir al indeseable en cada lista de convocados.

Ya no tenía que preocuparse por contratos millonarios, jugadores caprichosos o representantes avaros. Pero además, su abanico de opciones no se limitaba a 25 futbolistas por temporada, como en los clubes. No. De entrada, él tenía una lista de 72 “convocables” y, si se le diera la gana, podría empezar con 11 titulares diferentes en cada uno de los partidos programados para el resto del año.

Si a todo lo anterior se le suma que ya no estaba obligado a responder preguntas de los periodistas semanalmente, y hasta dos veces por semana, Luis Enrique pensaba con gozo que finalmente había conseguido el mejor trabajo del mundo.

“Ver al Madrid es ver a la España de Julen”

(Lectura estimada: 3 min 3 s)

<<Escucha:>>, alertó el seleccionador, apuntando a la pantalla, <<me parece que ya es la segunda vez que lo veo, pero el Madrid, en ataque, no parece jugar entre líneas, ¿eh? No hay quien se ponga entre los mediocampistas y la línea defensiva […] El Atlético sí lo está haciendo. Se mete Lemar, a veces Costa se devuelve un poco, Koke y Saúl buscan pasarles el balón. Estos tíos sí que saben encontrar verticalidad. No es difícil cuando se tiene talento. Pases cortos entre líneas y ya está […] ¡Buf! Isco haciendo lo suyo, ¿eh? No se mete entre líneas pero sabe romper la defensa con pases profundos […] ¡Eah! Otro pase al hueco de Isco. Saquemos cortes de él… Venga […] Mirad otra vez: nadie del Madrid esperando un balón entre líneas; solo buscan avanzar por las bandas, cambiando de orientación, o con un pase largo en el área, pero mirad… mirad… mirad ese espacio que nadie copa en la mitad. Si ahí no hay nadie, por ahí no se avanza […] ¡Hostia, qué golazo! ¡Madre mía! Alucino. Menos mal que no soy comentarista y no me están grabando. Llevo media hora diciendo que al Madrid le faltan ideas, y ¡bum!, gol de Benzema, con el mismo juego que han estado proponiendo y yo he estado criticando: abriendo por banda y centro al área. Nada de jugadores posicionándose entre líneas ni ninguna otra pijada de las que digo […] ¡Buf! La que acaba de perderse Asensio […] Y bueno… empataron y han dormido el partido. El Madrid ya ocupa más espacios, pero no arriesga nada […] Me late que el Atlético les está dejando el balón […] ¡Uh! Eso va a ser gol… ¡Madre de mi vida, lo que se ha perdido Asensio otra vez! Dudó demasiado… ¿Has visto? Jajaja. Ha dicho: “La puta madre”. ¡Sí, chico! ¡Haces bien en quejarte! Yo habría dicho lo mismo. O habría dicho: “La madre que me parió” […] Ojito, va el Atlético a la contra. Costa va como una bala. Corre al hueco sin siquiera mirar. ¡Hostia! ¿Quién lo ha tumbado? ¿Asensio? Si no lo tumba, coño, les hacen el segundo. Amarilla, venga, le ha salido barata […] Eso de Savic está muy bien: ante la presión alta, no arriesga a perder un balón tan cerca de su portería; despeja el balón y a tomar por culo […] Mirad quién empieza a jugar entre líneas: Marcelo, lástima que no sea español […] Joder, tío, yo sé que me vuelvo repetitivo con este tema, pero mirad todo el espacio que hay para que alguien del Madrid se meta entre los mediocampistas del Atlético y la defensa. Kroos podría perfectamente ocupar ese espacio en ataque y pedir un balón. Ahora, ojito, ¿eh? Si no lo hace, seguramente es porque Julen le ha dicho que no suba […] Si os fijáis en el partido que España no le pudo ganar a Rusia, ahí está la razón: si no te metes entre líneas frente a un equipo cerrado, renuncias a la posibilidad de romper la defensa con pases en corto, como hacíamos en el Barça. Es increíble cómo un equipo se parece a su entrenador. Ver al Madrid es ver a la España de Julen […] ¡Uh!, cuidado con el balón que ha perdido Carvajal. Era el lateral titular de Julen en la Selección y hoy apenas lo he visto. Saquemos unos cortes de él para analizarlo, ¿eh? Me late que tendremos que buscar otra opción, y ya sabemos todos que es Sergi. Jajaja. […] ¡Uff!, qué primer tiempo. Pinta bien lo que viene. Escuchad: estoy tan de buen humor que finalmente os voy a pedir unas cervezas…>>.

 

“Difícil convocar suplentes”

(Lectura estimada: 3 min 28 s)

Tallín, Estonia

Cerezo, el Presidente del Atlético, conversaba amablemente con Florentino en la zona VIP.

—Si no tenéis lugar en la plantilla para Vinicius —planteó Cerezo en broma—, tu cédemelo, que el Cholo te lo deja a punto. Jejeje.

El máximo dirigente del Madrid parecía estar oyendo, pero en realidad estaba más pendiente de los pasos que daba Rubiales alrededor. El Presidente de la Federación Española merodeba el lugar, estrechando manos e intercambiando comentarios de cortesía, mientras Florentino medía sus movimientos de reojo, cuidándose de evitar el contacto visual.

—¿Cómo…? —preguntó Florentino, sacudiendo levemente la cabeza e intentando reconectarse con la charla.

—Que no te compliques con Vinicius y mejor cédemelo. Que el Cholo lo entrena y te lo deja mejor que a Cristiano.

Florentino sonrió. Por un momento olvidó su tema pendiente con Rubiales y le siguió la corriente a Cerezo:

—Pues mejor cédeme tú al Cholo para que entrene un par de temporadas al Madrid.

—Jejeje. Pues mira… como están las cosas, no descartemos nada —replicó Cerezo—. Que el Cholo se vaya para el Madrid, que Guardiola venga al Atlético y, para terminar de enredar las cosas, mandemos a Mourinho al Barça.

—¿Mourinho al Barça? —intervino Rubiales, saliendo de la nada—. ¿Pero qué tipo de conspiración se traen entre manos los presidentes del Atlético y el Madrid?

Florentino se sintió profundamente incómodo y sorprendido con la súbita cercanía del Presidente de la Federación. Todo el tiempo había actuado como un radar para evitarlo, pero bastaron 20 segundos de descuido para tener que aguantárselo de frente.

—Pues mira… si me apuras —respondió Cerezo—, hasta nos llevamos a Luis Enrique al Atlético.

—Yo creo que la Selección Española ya ha tenido bastantes cambios en las últimas semanas —apuntó con sorna Rubiales, mirando a Florentino—. Ahora ­—advirtió a Cerezo—, si lo que tú quieres es que Luis Enrique entrene a los jugadores de tu club, yo no me preocuparía. Vista la alineación de este partido, apostaría que la mitad de tus titulares van a recibir una llamada de Lucho.

Cerezo no entendió. Rubiales explicó su comentario con una pregunta:

—Vamos, ¿no te has fijado que el Cholo ha puesto a cinco españoles en el 11 inicial de hoy?

—Pues mira, la verdad es que no los había contado. A ver… —Cerezo empezó a numerar con los dedos— Koke, Saúl, Rodri, Costa… mmm…

—Y Juanfran —ayudó el Presidente de la Federación—, que tendrá más de 30 años pero sigue siendo español.

—Ah, sí… pues mira tú, como hace tanto tiempo que no es convocado…

—Ha hecho un buen primer tiempo. Tú no descartes nada, que para eso está Luis Enrique.

Florentino, que en principio quería ignorar a Rubiales, ahora no podía dejar de pensar cuántos españoles había alineado Julen. <<Ramos, Isco, Asensio… Carvajal>>.

—Nada más cuatro en el Madrid —sentenció Rubiales, casi con alegría, dirigiéndose a Florentino—. Pero no te preocupes. Seguro que Luis Enrique sabrá valorar el talento de los cinco españoles que Julen ha dejado en la banca.

Florentino había pasado de la incomodidad al enfado, pero ahora no podía dejar de pensar en cuáles eran los suplentes españoles. <<¿Pero cómo cinco? Nacho… Lucas… Ceballos… mmm… Llorente… ¡la madre que me…!>>.

—Estará usted muy contento —contestó al fin Florentino a Rubiales—. Estará usted encantado de que el Madrid disminuya su presencia en la Selección.

—No, no, Florentino, cómo se te ocurre —respondió Rubiales con manifiesta hipocresía, y consciente de que Florentino lo estaba tratando de “usted”—. A mí eso no me pone feliz ni triste. Luis Enrique elegirá a quienes considere mejores, y punto. Me imagino, eso sí, que tendrán más posibilidades aquellos jugadores que sean titulares en sus clubes. Siempre es difícil explicar la convocatoria de un suplente.

Florentino se mordió la lengua.

—Permiso —dijo con antipatía, y se retiró.

Cerezo, que no había tenido más opción que observar la tensa charla en silencio, hizo de Pepe Grillo.

—Mira —le advirtió a Rubiales—, no ganas nada enemistándote con el Presidente del Madrid.

Rubiales sonrió.

—Y él no gana nada enemistándose con el Presidente de la Federación. Ya tendremos tiempo de reconciliarnos.

La suerte del Madrid

(Lectura estimada: 3 min 22 s)

Las Rozas

—Escuchad lo que me escribe Rubiales —anunció Luis Enrique a sus asistentes, leyendo el chat en el móvil—: “Les he dicho a Florentino y a Cerezo cuántos españoles había en sus alineaciones titulares de hoy. La cara de Florentino ha sido un poema”.

—Esa pelea… —comentó Robert—, me parece bastante innecesaria.

—De acuerdo. Hay que tener ganas de fastidiar a Florentino… —añadió Rafel.

—El dato de cuántos españoles había en el campo se lo he dado yo —admitió Luis Enrique—. A mí estas pijadas me divierten… pero tal vez tenéis razón… No vale la pena echarle gasolina a esa relación… Además, creo que los españoles del Madrid tienen más talento del que Julen les deja explotar.

El seleccionador le respondió el chat a Rubiales:

No te vengas arriba. Yo sigo viendo una España de base madridista!

El segundo tiempo empezó. Esta vez, Luis Enrique no se perdió una sola jugada.

<<¡Eah! Juanfran engañando a Asensio y ganándole la espalda. ¿Cuántos años tiene este tío?… Hostia, ya con 33… Yo encantado de llevarle si juega así, pero no lo veo llegando a la Eurocopa con esa edad. Lástima […] Jaja. Mira al Cholo, parece un león enjaulado en la grada. La sanción ha sido dura, ¿eh? […] ¡Toma ya! A Lemar a duras penas lo pueden parar con faltas. Dirán que sigo cansón con el tema, pero él sí está jugando entre líneas y está volviendo loco al Madrid […] Y el Madrid con el mismo libreto: banda y buscando el centro. He ahí a la España de Julen […] ¡Una más de Juanfran! Recuperando balón y provocando una amarilla a Marcelo. Está en su día […] Y bueno… entra Modric… ¿Por Asensio? Me extraña, con las ganas que tiene de forzar la alineación de españoles, pensé que iba a entrar por Keylor. ¡Jaja! […] Al fin algo de sensatez… Modric es el primero en aventurarse a buscar un balón entre líneas, casi una hora después […] Mirad esto, es el ejemplo perfecto del estilo de juego del Madrid: Marcelo va por la banda y sus únicas opciones de pase son atrás, al lado o a la olla; no hay nadie ubicándose entre la defensa y los mediocampistas del Atlético. Salvo un centro largo, no tienen opciones de atacar y romper la defensa. Esto es exactamente lo que le pasó a España con Rusia. El balón de un lado a otro… de un lado a otro… centro a la olla, despeje de la defensa, y vuelva a empezar. Un coñazo. Haced un corte de esto […] ¿Pero qué ha pasado?… ¿Penal?… Hostia, ¿de quién?… No me lo creo… ¿De Juanfran?… ¿Pero qué hacía Juanfran con esa mano allí?… Mira, os lo digo en serio… Yo nunca he visto a un equipo con tanta suerte como el Madrid de estos últimos años. No solo con las decisiones arbitrales, ¿eh? Lo que le han regalado al Madrid los porteros y los defensas de los otros equipos no tiene nombre. Para no ir lejos, los fallos de Karius en la final de Champions… Uh, es verdad; yo no recordaba el regalo del Bayern en la semifinal…>>.

<<Y bueno… Hoy les han dado de regalito este penal, con una mano que no entiendo qué hacía ahí. Vaya tela… Y lo cobra Ramos, para que os vayáis dando cuenta de qué nos espera, por si no os habíais enterado… Gol… ¿Habéis visto las dos pausas que hace antes de chutar? La segunda es menos perceptible, pero es en la que el portero suele revelar hacia donde se va a lanzar […] Y bueno, la historia de siempre. De qué nos vamos a sorprender ahora […] ¡Uh!, se lo ha llevado por delante… Sí, sí… Ramos a Costa… Le ha puesto la bota en la cabeza… Menos mal que son compañeros de Selección… Este par son unos bárbaros, y lo digo en el buen sentido, ¿eh? La competitividad de Ramos y de Costa es algo que quiere y valora cualquier entrenador en cualquier equipo del mundo>>.

 

“Los culés más colchoneros”

(Lectura estimada: 2 min 55 s)

<<Ahora Rodri perdiendo un balón en una salida, con lo bien que iba… ¡Buf! Los ha salvado Oblak. Si no es por el portero sentencian el partido en dos toques […] Si el Madrid quería dormir el partido empatando, no nos vamos a sorprender ahora de que lo duerman cuando van ganando. Ellos a su bola: pases de lado a lado, atrás, cambio de orientación… con lo entretenido que estaba […] ¿Qué hace Odriozola en la grada? O sea, ¿Julen lo convoca para el Mundial pero no es suficientemente bueno para estar en la banca del Madrid? Ah, ¿está lesionado? Ah, bueno, bueno… ¿El abductor?… Bueno, si es eso […] ¡Hostia! ¿Habéis visto? Benzemá arrastró tres marcas, joder. ¿Quién ha chutado? Varane, ¿eh?… Ahí han tenido mala fortuna, hay que decirlo. Saúl la saca casi en la línea […] El Atlético, descolocado. Ya empiezan a sentir la presión del tiempo, que todavía les queda, ¿eh?, pero aquí es cuando comienzan a perder la cabeza. Si no es porque al Madrid le ha faltado definición… […] Mira, mira… ¡Buf! Esa es clásica, ¿eh? Un defensa y un portero que tienen el balón al frente, ninguno se decide y el delantero del otro equipo termina robándoles la cartera. Eso pudo ser una tragedia. Donde les hubieran metido gol, el Cholo los mata […] ¿Por quién entra Ceballos?… ¿Casemiro? Parece estar tocado […] ¡Buf! Ahí la ha liado Marcelo. En vez de dejarla salir… ¡Gol!… La jugada ha sido toda de Juanfran, ¿eh?… ¡Hay partido, señores!… ¿Os habéis dado cuenta de cómo celebramos todos? Se nos ha visto la bufanda. Jajaja. La sangre culé tira. No hay nada que hacer>>.

<<¡Tiempo extra! Hostia, ni los partidos del Mundial los disfruté tanto. ¡Vamos Aleti! Jajaja. Si me oyeran mis hijos […] ¡Oh!, lo que pierde Varane.. Ojito con Thomas… ¡Gol! ¡Madre mía! Qué bombazo el de Saúl, sin dejarla caer… Ponedlo ya en la lista definitiva, joder. Y el partido de Ramos y Varane. Ellos dos, solitos, la han perdido ahí… Bueno, viendo la repetición, el que la ha cagado es Ramos; no le puedes poner un pase ahí a un compañero>>.

<<Ojito, va Costa otra vez. ¿Y de qué te quejas, Carvajal? Te la ha ganado limpiamente. ¡Juega!… Tres marcas encima tiene Costa… y viene Vitolo atrás para recibir… Eso… Koke llega por el centro. ¡Gol! ¡Jajaja!… Estamos todos aplaudiendo. Joder. Escucha: no le podemos contar de esto a nadie; ahora resulta que somos los culés más colchoneros de la vida […] Jajaja. Qué cara tiene el Cholo. Cambia a Costa por Jiménez. Se queda sin delantero y pone un defensa más para parquear el bus, sin sonrojarse. Qué fenómeno>>.

El partido acabó. Una extraña felicidad se podía sentir en aquella habitación. Todos mantuvieron una sonrisa durante algunos segundos sin decir una palabra. Robert y Rafel hacían unas últimas anotaciones en sus libretas, mientras Luis Enrique seguía viendo con los ojos iluminados la pantalla del televisor.

—En mi vida imaginé que iba a disfrutar este partido como un hincha más —confesó Luis Enrique.

Sus asistentes solo asintieron.

—Bueno —añadió el seleccionador, saliendo de su deleite—. No sé qué pensáis vosotros, pero yo he hecho el ejercicio de imaginar con cuál de estos dos equipos yo tendría más opciones de ganar si lo dirigiera desde el banquillo… Honestamente, creo que, por un pelín, y exceptuando a Costa, los españoles del Madrid hacen más la diferencia. Seguro muchos culés se van a decepcionar, pero así son las cosas.

“Presionar a Luis Enrique”

(Lectura estimada: 1 min 8 s)

Madrid

Manuela terminó de bañarse la cara. Se sentó en el tocador con la toalla sobre el cuello. Con las yemas de sus dedos corazón, deslizó suavemente una crema antiarrugas alrededor de los ojos. Este podía contarse como el único momento de feminidad que la Mánager se permitía en la vida.

En el resto de sus rutinas, como en el resto de ella misma, la masculinidad le brotaba por los poros. Incluso, cuando le cortaban y le teñían el pelo, los estilistas se sentían frente a una clienta inusual. <<Es como atender a un hombre vanidoso>>, comentaron entre ellos alguna vez.

En su teléfono móvil escuchaba el cubrimiento pospartido que hacia la Cope. Disfrutó la voz triste de Julen dando sus impresiones sobre la derrota. Esperó a que el entrenador del Madrid terminara sus declaraciones antes de prestarle atención a un chat de Rubiales.

Luis Enrique me ha dicho que sigue viendo una selección de mayoría madridista. Ya Se que hablamos de fastidiar a florentino pero tal vez debamos esperar. Me parece muy printo para presioar a Luchoi cuando no ha hecho l primera convocatoria

Manuela suspiró. Se quedó pensativa. Guardó la crema, colgó la toalla, orinó, lavó sus manos y se terminó de empijamar. Entró a la cama, con el celular en mano y siguió reflexionando con el cuarto a media luz. Finalmente, escribió:

Ok. Esperemos. Ya hemos fastidiado suficiente a Florentino. Tal vez es hora de tenderle la mano y reconciliarnos con él. Lo necesitamos de este lado. Qué tan descabellado suena que Luis Enrique vaya al palco del Bernabéu?

***

 

Siga a La Mánager en:

Twitter: @LaManagerFC

Facebook: LaManager.FC

Instagram: LaManager.FC

Advertencia: ESTO ES FICCIÓN

Aquí se recrea la actualidad de España con situaciones imaginadas, diálogos inventados y personajes ficticios. Dicho de otro modo: esta es una caricatura de la realidad, una parodia, un ejercicio de imaginación. Esta es una novela de Ficción CoyunturalFC.

El primer domingo de cada mes espere siempre un nuevo capítulo.

Para que esta historia siga viva, compártala.